Fusión de dos iconos: la energía y alegría de Coca-Cola con la confianza y nostalgia de Kodak.
Se crea una cámara inspirada en una lata de Coca-Cola, modelada en Blender y editada en Photoshop, destacando el color rojo, materiales metálicos y una iluminación con cuatro focos para resaltar volumen y brillo.
La composición y tipografía Gotham mantienen la estética publicitaria clásica de ambas marcas. Finalmente se realiza un cartel de campaña ficticio con eslogan y logotipo de Coca-Cola incluido.